martes, 19 de noviembre de 2013

La seguridad Social: Primer contacto



Cogí el teléfono y, tras pelearme arduamente con un contestador automático, logré una cita con nuestro médico de cabecera para… la semana siguiente.

ELLA: ¡¿Cómo que para la semana que viene?! Que estoy embarazada!!!! Que tengo que estar con mi médico ya!!!!

TU: Cariño, es lo que hay. Como no es una urgencia, nos dan cita para dentro de una semana.

ELLA: ¿Quién te ha dicho que no es una urgencia?!!!!! Estoy embarazada!!!!!!!

Aquí es cuando entran en juego los dos consejos claves para todo buen padre primerizo:

  • ·        Tranquilidad
  • ·         PACIENCIA.

Ambos son imprescindibles, como podrás comprobar, durante todo el embarazo.  Y no solo vais a tener que ser tranquilos y pacientes con vuestra mujer, que estará asustada, nerviosa y hormonada a partes iguales, sino que también con esta institución que, por desgracia, la crisis de estos tiempos ha dejado tan tocada.

Por partes. Tu mujer:

Debes convertirte en su apoyo. Debes ser su elemento tranquilizador. Dale comprensión y trata de explicarle las cosas pausadamente. Ella no controla muchas de sus emociones y, en ocasiones, estarás hablando con una hormona con patas, en vez de con ella. Si lo haces con calma, todo será más fácil. Entre tú y yo, los dos sabemos que no siempre lo vas a lograr pero, si lo intentas, todo irá mejor.

La Seguridad Social:

En cuanto entres por la puerta del doctor, verás que todo está planificado en cuanto al procedimiento, tiempos para cada cosa, etc. Os darán un librito. No me seas zoquete y léetelo tú también.  Si lo hacéis a la vez, mejor. Os darán las primeras citas con la ginecóloga y la matrona, así como la planificación de las ecografías.

Sales del médico con una buena sensación, porque parece que todo está bastante controlado.

Créeme, ya se descontrolará….

En cuanto ella empiece a analizar la documentación y las citas, lo primero que comprobará es que la primera ecografía que te hacen en la Seg. Social no es hasta el 3º mes. Y si piensas que tu mujer va a aguantar hasta entonces sin hacerse una, la llevas clara.

Su cuerpo va a empezar a sufrir cambios importantes y todos serán extraños para ella. Cada dolor, molestia o cambio extraño que experimente, serán suficiente excusa para hacer una visita a la gine privada. Esto te puede poner nervioso pero, debes comprender que todo es nuevo para ella y que esa novedad asusta.

Lo mejor es no discutir. Si quiere ir al médico, se va. Pensad que esto no hace daño a nadie. Sin embargo, pelear con ella por lo necesario o innecesario del viajecito en cuestión, solo os traerá más nervios (y terminareis yendo al médico de todas formas!).

Personalmente estoy contento y descontento a partes iguales, con lo que llevo de experiencia hasta el momento con la Seguridad Social. Se puede decir que el proceso del embarazo y del parto parecen muy bien estudiados y que está todo muy controlado. Sin embargo, conforme vais entrando de lleno en este viaje, os daréis cuenta de que todo está cogido con pinzas. Me explico: se hacen las revisiones justas, los análisis justos, las ecografías… pocas. Se echa en falta un poco más en todo.  Conseguir una cita con la gine, fuera de las horas estrictamente planeadas, es tarea imposible y la matrona no está para consultas médicas, etc…

Esto es como todo, cada uno tiene su experiencia y habrá quien esté más contento y quien lo esté menos.

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