El perfil del Aitatxo moderno ha
cambiado considerablemente. Lejos quedan aquellos padres cuya única función era
procrear con “la parienta” y después dedicarse a perseguir Suecas en Benidorm
al estilo Alfredo Landa, mientras la mujer asumía todas las tareas.
Seguramente alguna de mis
lectoras habituales estará pidiéndome que eche el freno, ya que aún nos queda
mucho por recorrer en esto de participar en casa.
Querida amiga: No me cortes la yugular
tan rápido. Creo que hasta tu misma puedes reconocer que desde nuestros abuelos
hasta la generación actual, ha habido un cambio importante y que cada día es
más notorio.
Hoy quiero romper una lanza en
favor de esos padres, entre los que me incluyo, que se dedican en cuerpo y alma
a la crianza de sus hijos. Está claro que el esfuerzo que realizáis vosotras,
sufridas Amatxos, no tiene comparación
al nuestro. No es mi intención ponerme a vuestra altura (nada más lejos de la
realidad).
Está claro que si el hombre
pudiese amamantar a los polluelos de casa, aparte de hacerlo con ilusión, se
pasaría el día entero manoseándose los pechos con deleite y satisfacción.
La cuestión es que nuestro papel
se ha encaminado en una dirección distinta. El Aitatxo de hoy día debe
convertirse en un pilar que proporcione seguridad y estabilidad en el hogar.
Así que la paternidad obra un milagro que
muchas de vosotras habéis intentado lograr sin éxito durante años: nos volvemos
responsables.
Ya lo sé… no tengo abuela. De
todos modos os recuerdo que estáis en una página que da consejos y entretenimiento
orientado a los Aitatxos. Por eso, voy a dar a continuación, cuatro pinceladas
de lo que debería ser nuestra función en casa, para ver si logramos entre todos
que algún remolón se anime a participar un poco más:
Cuando llegues a casa, deja el trabajo donde tiene que estar. Tienes
en casa un morrosko que te espera con ilusión para jugar contigo. Ha estado
deseando que ese momento llegue durante horas, así que ni se te ocurra ponerte
a trabajar también en casa.
Colabora con las tareas del hogar. Para poner una lavadora no hace
falta ser ingeniero. Ánimo que tú puedes!.
Planea actividades divertidas. Seguramente tienes más tiempo que
ella para buscar en internet juegos para el Morrosko. Además de esta forma
lograrás un poco de tiempo libre para ella. Y no! Un juego para la Play Station no cuenta como actividad!
Cocina para toda la semana. Si preparas comida durante una mañana
del fin de semana, lograrás un motón de tiempo libre para el resto de días y
todos os sentiréis menos agobiados. La cocina roba mucho tiempo. Tenlo en
cuenta.
Vida en pareja. La Amatxo no es una monja de clausura. La pobre se
pasa 24 horas al día con él en brazos. Distráela; eres tú el que sale a la
calle y puede contarle lo que se mueve por el mundo. Esta labor es una de las
más importantes que puedes hacer por ella y por este país. Ríete, pero una
mujer que no se engancha al Sálvame de las tardes, es una mujer más que hemos
logrado rescatar de la telebasura.
Buen día, Padrazos!
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