miércoles, 2 de abril de 2014

CON LA CARA COLORADA

Hay muchas situaciones en las que a los padres se nos pone la cara como un tomate. La mayoría de las veces por motivos banales o de imagen.

Uno podría pensar que un inocente Morrosko de 2 meses difícilmente puede lograr un hito de estas características. Entonces lo pones en acción y sorprende hasta al más experimentado de los mortales.

Nos dimos un tranquilo paseo por Donosti el otro día y nos animamos a tomar algo. Intranquilo como es, decidió que el espacio que tenía en el cochecito era demasiado pequeño para él y se aseguró de moverse sin parar hasta lograr su objetivo: que el Aitatxo me coja en brazos para ver si se vuelve a casa con una mancha de café.

Por una vez la suerte estuvo de mi lado. Una señora lo vio y se animó a sostenerlo en brazos.

  • Está un poco intranquilo – le advertí, con la sana intención de que no se llevara un disgusto con él.
  • Hijo mío: tengo seis nietos. Nada puede hacer que me sorprenda!.


Tres segundos tardó la señora en ver derrumbada toda su autoconfianza ganada durante años de crianza de hijos y nietos y 0,1 segundos en devolvérmelo. Tal fue el bufido que le soltó que, del susto se le meneó hasta el peluquín. La Amatxo y yo tratamos de hacer mutis por el foro con el mayor sigilo y celeridad posibles. 

Pero hoy, los padres tenemos un motivo adicional y mayor por el que sonrojarnos. Siguen sacándonos los colores con el informe PISA. Podemos pensar que la responsabilidad de estos resultados es de otros: Gobierno, Instituciones, Educadores, etc… Sin embargo, este humilde escribiente sigue pensando que la educación de un hijo empieza desde casa.

Tenemos un sistema que fomenta el aprendizaje mediante la memorización, por encima del uso de la lógica. Es nuestra labor luchar contra las instituciones para cambiarlo.

Igualmente es nuestra responsabilidad tomar cartas en el asunto y hacer un esfuerzo en casa para superar los lastres que nuestros políticos no son capaces de resolver.


Buen día, Padrazos!

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