lunes, 24 de febrero de 2014

UNA DE CÓLICOS, POR FAVOR!

Uno no sabe a ciencia cierta lo que es el amor incondicional hacia sus hijos, hasta que tiene un Morrosko en brazos con cólicos.

Ayer me crucé con mi vecina y me dijo que ya se había dado cuenta de que estaba pasando malas noches, sin necesidad de vernos y charlar. Resulta que la otra mañana, al salir hacia el trabajo, me dejé el portón del garaje abierto de par en par. Menos mal que es una mujer la mar de simpática y se encargó de cerrarlo ella.

A día de hoy, el café es mi droga durante el día y el espidifen la de noche.

Como es costumbre en mí, he intentado buscar algún remedio a través de mis tan queridos doctores, pediatras, matronas, etc… hasta he probado en internet, a ver si sonaba la flauta. Na de na!

De hecho, es en internet donde he descubierto la auténtica realidad de este mal:

No hay solución

Lo que si hay son mil remedios que ayudan a mitigar esta situación. Yo no os voy a engañar vendiéndoos una respuesta inexistente. A veces funcionarán y a veces no lo harán. Esta es la realidad que debéis asumir, ya que ni los mejores médicos del mundo han encontrado una respuesta eficaz.

La palabra “Cólico del lactante” agrupa varios “males” que afectan a los bebés, por lo que es importante que detectes que es lo que hace que tu pequeño llore sin parar. En mi caso, puedo deciros que, tras un par de semanas de insomne investigación a altas horas de la madrugada, he llegado a la conclusión de que nuestro Morrosko sufre terriblemente por los gases (en primer lugar) y por la necesidad de sentirse muy arropado (en segundo).

Si este es vuestro caso, os detallaré algunas soluciones que lograrán que tengáis alguna que otra noche de sueño (no demasiadas, eso sí):

GASES:


  •  Es de vital importancia que hagáis que el peke expulse gases después de cada toma. Os dejo un par de vídeos que os ayudarán en esta tarea. Emplead las dos técnicas siempre y no paréis hasta estar seguros de que los ha expulsado todos (como si tenéis que estaros dando masajes 1 hora!).

  • Infusiones de manzanilla e hinojo: Es un complemento. Por si solas no van a evitar que tenga gases, pero le ayudará a expulsarlos. 
  • Existen varios medicamentos que tu pediatra te puede recomendar para que pruebes. No vayas corriendo a la farmacia pensando que son la solución a todos vuestros males. Pueden ser una ayuda o, puede que resulten más inocuos que el agua. En cualquier caso pruébalos, no vaya a ser que tu hijo es uno de ese 5% de casos en los que funciona.
NECESIDAD DE CARIÑO
Un bebe recién nacido, se siente en nuestro enorme e inmenso mundo muy desarropado. Para ayudarle a sentirse un poco más a gusto y que la solución no sea exclusivamente tus brazos, prueba con esto:

  • Compra una bolsa de agua caliente y pónsela en la cuna 2 o 3 horas antes de acostarlo. Cuando la retires (no se te ocurra dejarla con él dentro!!!!) las sábanas estarán calentitas y él te lo agradecerá enormemente.
  • Haz un nido de cojines en la cuna y ponle en medio. Se notará más arropado.
  • Nunca le metas en la cuna nervioso. Debes tratar de relajarlo, incluso de que se duerma antes.
  • Sigue una rutina diaria estricta y no te la saltes por nada del mundo. Las tomas deben ser todas a la misma hora (si es posible). La hora del baño es sagrada e inamovible, y mejor que sea un ratito antes de acostarle. La forma en la que le cambias el pañal, la luz de casa,… siempre todo igual. Es la única manera de que se adapte a su nuevo entorno.



Haz una rutina de todo y verás que él te dará más noches de paz de las que tienes ahora. Por lo demás, te toca paciencia y café en dosis industriales porque esto va a durar como mínimo hasta el tercer mes.


Buen día, Padrazos!

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