Se acerca la fecha del parto y
los nervios nos empiezan a pasar factura. La Amatxo ya está hasta las sudurras
(narices) de aguantar una interminable lista de penurias que este, su primer
embarazo, le está provocando.
Yo, que llevo jugando a la
euromillones desde que la fundaron y no me ha tocado lo puesto más que un par
de veces, dejo embarazada a la parienta y va y nos toca el gordo de todo lo
sufrible en cuanto a dolores y molestias que se puedan tener.
Os reto a que me digáis algo que
vuestras mujeres han tenido, que la mía ya lo conoce desde hace meses. A la
pobre ya no le queda ni un centímetro cuadrado de su cuerpo que no sea capaz de
reconocer porque le duele, escuece, pica, … .
Ayer tuve que salir corriendo de
la oficina porque se había quedado clavada en el pasillo de casa por culpa de
la ciática. Tardé 45 minutos en llegar y allí seguía, en la mitad del pasillo
sin moverse, como si formara parte de la decoración de casa. Me estoy
planteando disfrazarla de estatua de bronce y bajarla al centro de la ciudad para ver si
al menos sacamos unos durillos. En esto de quedarse en una posición y no mover ni
un pelo no la gana nadie.
Nunca pensé que una parturienta
pudiera soltar semejantes alaridos antes siquiera de tener una miserable
contracción. Ya veréis, cuando lleguemos al paritorio y con la práctica en
gritos que ya tenemos, no nos va a hacer sombra ni la Monserrat Caballer en sus
mejores momentos.
Ya he puesto un par de tapones de
espuma industriales en el petate para el hospital.
El colmo del recochineo me lo
trae el jefe, que esta mañana me ha amenazado con que si la vuelvo a dejar
embarazada, me mete un pufo por desconsiderado. Vamos, que esto no se le hace a
una mujer dos veces!!!! me ha dicho.
Todos dicen que el último mes
tiene 60 días. Se quedan cortos …
Buen día, Padrazos!
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